viernes, 8 de septiembre de 2017

Cuatro descuidos básicos que no debes cometer con tu coche


Todos queremos tener coche. Sin embargo, es muy importante, para que tu vehículo dure lo máximo posible y en las mejores condiciones, que hagas un correcto mantenimiento del mismo. El hecho de obviarlo puede tener consecuencias negativas, no solo para la seguridad (fundamental) sino también para tu bolsillo, ya que, en muchas ocasiones, por poco que parezca, el arreglo supone una gran cuantía. Por ello, te mostramos cuatro descuidos que no puedes tener si no quieres que lo note la cartera.

He confundido la gasolina con el diésel
¿Te hace gracia? Pues no debería porque es un error mucho más frecuente de lo que te imaginas. La causa puede ser un simple despiste o la confusión que, muchas veces, crean las propias gasolineras con los nombres que le ponen a cada uno de ellos. Si ya has cometido ese error, que ya supondrá un gasto importante, no arranques el coche. Llama a tu seguro para que te envíen una grúa y que en el taller limpien el depósito, de esta manera evitarás problemas mayores.

Cuando el agua llega al depósito de combustible
Muchos vehículos tienen un sistema de cierre del depósito más complicado que otros. Debes asegurarte de que éste está bien cerrado para que el agua de la lluvia o en el momento del lavado no entre nada dentro. En el caso de que entre, que no es muy habitual, tienes un problema serio ya que puede derivar en la oxidación de la parte interior del depósito, ocasionar daños en el filtro y en el sistema de alimentación del motor, dañar los inyectores gravemente, romper la bomba inyectora, la culata…

Quedarte sin aceite en el motor
Uno de los controles preventivos más sencillos y que, generalmente todo el mundo hace, es el de vigilar el nivel de aceite que tiene el motor de tu coche. Es tan simple como observar en nuestro cuadro los marcadores de aceite y, de vez en cuando, ver los niveles con la varilla. Si esto no se controla y el motor se queda sin él, piezas importantes para su funcionamiento pierden lubricación, lo que provoca la fricción de las mismas a gran velocidad, haciendo que las temperaturas se disparen y que muchas de ellas, literalmente, se fundan, llegando a gripar el motor.

Se ha acabado de líquido refrigerante
El líquido anticongelante tiene una gran función: evitar que el motor tenga un exceso de temperatura. Para que esto no ocurra y te quedes sin motor, es importante que se realice una revisión del mismo. Como ocurría en el caso anterior, los cuadros marcan los niveles, pero es conveniente, de vez en cuando, revisarlo de manera manual.

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